La cueva de los caballos

Contexto e inspiración en la que me basé para escribir este relato: La cueva de los caballos es una cueva prehistórica ubicada en Castellón, descubierta en 1917 y declarada monumento histórico-artístico en 1924. La pintura más representativa de la cueva, datada hacia el 7.000 a.C., es una manada de ciervos que huyen de unos batidores hacia cuatro arqueros que hieren a varias de ellos clavándoles varias flechas.

Entraron a hurtadillas en la cámara donde se encontraban todos los dispositivos pendientes de reparar. Algunos llevaban allí años, olvidados como viejos trastos anticuados.

A Javi no le había costado demasiado quitarle las llaves al distraído guardia. Allí nadie infringía nunca las normas. Las consecuencias para quien lo hiciese podían ser terribles.

A él y a Laura no les quedaban más opciones, tenían que arreglar el desastre que habían montado. Estaban desesperados.

—Te dije que esto estaba lleno de MDT. Ahora te toca a ti conseguir que alguna funcione —dijo Javi muy tenso mientras miraba en varias direcciones.

Laura sacó su cartera portátil extensible en la que tenía guardadas de forma imposible las herramientas más básicas y la depositó en el suelo.

—Me tienes por una experta, pero se me dan bien los modelos nuevos y estos… —Miró una estantería llena de MDT cubiertas de polvo y con apariencia inservible.

Vio que en la esquina derecha había un modelo más actual y, por la capa de polvo más fina que la cubría, supo que llevaba menos tiempo allí. Nunca había reparado una de aquellas. Nadie las usaba.

—Ésta servirá.

Mientras la arreglaba mucho más rápido de lo que Javi había imaginado, escucharon como alguien entraba en la cámara. Laura le dio un par de vueltas a la máquina buscando alguna rotura. Empezó a susurrar lo que parecían unos cálculos de cabeza con los ojos cerrados.

—Reza para que funcione —le dijo a Javi en voz baja mientras tecleaba un código y presionaba el botón “Play”.

Aterrizaron sobre el duro asfalto de una ciudad completamente desierta y destruida en la que no había rastro de vida. El calor era abrasador. Él vomitó lo poco que había desayunado aquel día y ella deseaba con todas sus fuerzas que hubiese habido algo donde agarrarse.

—¿Dónde estamos? —Javi cogió con manos temblorosas la MDT para mirar en la pantalla —Año 3045. Has debido hacer mal los cálculos.

Sin mediar palabra e intentando superar el mareo del viaje, le quitó de las manos la MDT y volvió a hacer operaciones matemáticas mentalmente.

—Espero no equivocarme de nuevo. Este ha sido mi primer viaje en el tiempo.

—¿¡Qué!? No me dijis… —Javi no pudo terminar la frase antes de que la vorágine espacio temporal los volviera a absorber.

Esta vez fue Laura la que vomitó incluso antes de llegar al suelo. Javi estaba tan mareado que ni siquiera conseguía formar frases con sentido. Cuando por fin parecía que se empezaban a estabilizar, escucharon y sintieron el suelo temblar. Laura cogió la MDT y observó lo que ponía en la pantalla: “No data”

—Hemos viajado más de 5000 años a.C., que es el límite de registro de estos trastos. Empiezo a entender por qué nad…

Los aspavientos de Javi alertaron a Laura.

Desde el oeste se acercaban a toda velocidad unas siluetas que parecían hombres con arcos y lanzas. Desde el este, una manada de ciervos seguida de otro puñado de hombres armados.

—Mierda… —dijo Laura justo antes de escuchar el zumbido de las flechas.

© Verónica C. Ramón. Todos los derechos reservados.